El Samsung Galaxy S7 Edge mantiene la pantalla curva que tenían los Galaxy S6 Edge+ y Galaxy S6 Edge, pero ahora tiene una parte trasera con una leve curvatura que lo hace sentirse mejor en la palma de la mano.
Al igual que el Galaxy S6 Edge+, el Galaxy S7 Edge tiene un marco de aluminio serie 700, que ofrece mayor durabilidad. Esto significa que es un poco más resistente y se raya menos que el Galaxy S6 Edge.
Además, el Galaxy S7 es resistente al agua, con una certificación IP68, permitiendo que pueda ser sumergido hasta 1.5 metros hasta durante 30 minutos, sin necesidad de proteger ninguno de sus puertos, ni siquiera el microUSB, como era necesario hacer en el Galaxy S5.
Asimismo, el lente de la cámara del Galaxy S7 sobresale menos, así que su diseño luce un poco más simétrico.
Por otra parte, el botón de Inicio del Galaxy S7 es un poco más alto y con aspecto más rectangular que la versión anterior. Esto permite que tenga un área más amplia de detección del dedo, así que podría ser más preciso que sus predecesores a la hora de detectar tu huella dactilar.